Carta para un padre
¿Por qué no me dejaron estar contigo?
Papá, si me permites que te llame así. Hoy es día 19 de marzo, el día del Padre. Aquí no, pero en muchas comunidades, incluso, es un día festivo. La gente no va a trabajar y los niños no van al colegio. Están festejando ese día con mucha importancia. Para mí también es un día importante, aunque tengo que trabajar… Tú también trabajas, ¿verdad?
He ido esta mañana a comprarte algo. Me gustaría regalarte una cosa especial. Sé que te gusta el café, la pesca, y la fotografía... Estoy dando vueltas por las calles de Segovia, ansiosa por encontrar el regalo que te mereces.
Hace mucho frío hoy, papá. Dicen que va a nevar, y nos faltan apenas tres días para que llegue la primavera. Papá, estoy cansada papá de este invierno, del frío... Me deprimen estos días grises, con tanta agua y viento. Estoy cansada. Estoy cansada, y sin saber de ti.
Tengo muchos miedos, papá. Nunca te lo conté. Tengo miedo a la oscuridad, miedo a hablar con la gente, miedo a relacionarme, miedo a quererme y miedo a que me quieran. Todo me asusta, todo me agobia, siento un enorme vacío. No duermo por las noches, papá. Lloro. A veces me acuerdo de tu pañuelo, el que te regaló la abuela, ¿podrías prestármelo? ¡Seguro que huele a ti! Voy al psicólogo, papá. Me dice que tengo fobias y mucha inseguridad en mi misma. Pone nombres que no entiendo a todo lo que me pasa. Me dice que poco a poco seré feliz, pero no me pregunta por ti. Una vez quizás y nada más… cómo te llamabas… Y yo quiero que me pregunten más. Necesito hablar de ti. Odio necesitarte. Me duele.
No te dejaron estar cerca de mí. Lo sé. Te apartaron. Ahora lo entiendo. Pero… ¿por qué no luchaste por mí? ¿Te asustó? Yo querría estar contigo, también con mamá. Os necesito a los dos, el mismo tiempo. En fin…
Acabo de ver una cámara fotográfica antigua. Creo que te va a gustar, papá. Podríamos hacernos una foto juntos algún día. ¿Te parece? Y te invito a tomar un café. Largo y sin azúcar, como te gusta.
¿Y tú? ¿Qué puedes hacer por mí?
Dime, si estás dispuesto a recuperar todo este tiempo que he estado sin ti. Lo necesito.
¿Juegas conmigo, por favor? Lo necesito.
Háblame, corrígeme. Lo necesito.
Dame la mano. Lo necesito.
Abrázame. Lo necesito.
Quiéreme. Lo necesito.
Ven a mi lado. Lo necesito.
PD: ¿Dónde te busco, papá? Tengo tu regalo en precioso papel, y ya sé dónde tomaremos el café. Te va a encantar el sitio. Te espero.
Dedicado a todos los niños obligados a vivir sin padre.
(Aldona Ziaja, Psicóloga experta en familia)