MI HIJO SIGUE MOJANDO LA CAMA: ENURESIS INFANTIL

La enuresis nocturna es un problema común de la infancia. Su elemento central es la incapacidad para controlar la micción de orina durante la noche. En este caso, el hecho de mojar la cama no se debe a una causa médica, no se ajusta a la edad del niño, según su desarrollo y madurez. La enuresis sigue siendo un tema tabú, teniendo un impacto negativo al bienestar del niño/adolescente.

Desde el punto psicológico, es necesario detectarla a tiempo para que el niño supere su timidez, la vergüenza,  su baja autoestima, su bajo rendimiento escolar, su sueño poco reparador y su imposibilidad de realizar actividades propias de su edad.

Según datos, el 15% de los niños de seis años tiene enuresis nocturna,  un 5% de los niños presenta este problema a los 10 años, disminuyendo este porcentaje hasta sólo el 2% de los 10 a los 16 años.

Existen diversas causas orgánicas que pueden dar lugar a que el niño moje la cama durante el ciclo del sueño:

·         Dificultad para despertarse cuando su vejiga está llena. Esto ocurre debido a la inmadurez del sistema de alarma del niño y/o cuando el niño tiene el sueño muy profundo

·         La apnea del sueño (interrupción de la respiración mientras se duerme). 

·         Contracciones repentinas e involuntarias de la vejiga, que llevan a aumento en la actividad de la musculatura de la vejiga.

·         Aumento de la producción de orina durante la noche.  El organismo segrega por medio de la hipófisis una hormona antidiurética (hormona encargada de regular la cantidad de orina que producimos a lo largo del día), ésta podría no producirse en suficiente cantidad para reducir la cantidad de orina acumulada durante la noche.

·         Suele tener un componente hereditario: un 60% de los niños que presentan enuresis nocturna primaria tienen un hermano o un progenitor que ha tenido ya el problema.

·         Presencia de enfermedades urinarias, la espina bífida y la diabetes.

También existe presencia de factores psicológicos en este problema:

·         Factores relacionados con el aprendizaje: dificultades en la adquisición del control de esfínter y despertar ante el estímulo de la vejiga llena.

·         Situaciones estresantes como ansiedad, dificultades familiares, cambio de casa, escuela, nacimiento de un nuevo hermano, problemas de relación entre los padres, fracaso escolar, abusos…

·         Niños con TDAH tienen casi un 2,7 más de probabilidades de padecer enuresis que el resto de la población infantil.

Un plan terapéutico adecuado debe iniciarse por las pruebas pertinentes y evaluación por parte de su pediatra y/o urólogo-nefrólogo infantil para descartar causas físicas del problema. Una vez descartadas, es aconsejable pedir un asesoramiento psicológico para abordarlo como posible presencia de una alteración en su estado de  ánimo.
 

Autora: Emilia Cierlitzka